MANIFIESTO: La Transexualidad no es una enfermedad- Barcelona-17 de octubre del 2009
+ info a stp2012.wordpress.com
Por tercer año consecutivo, activistas trans e intersex de esta ciudad hemos decidido salir a la calle para visibilizar las violencias que vive nuestro colectivo. En el marco de la campaña internacional “Stop Patologización Trans: objetivo 2012” estamos construyendo una jornada de lucha a nivel mundial contra el trastorno de identidad de género. (TIG)
Bajo esta etiqueta, el TIG, la transexualidad se encuentra clasificada en los manuales internacionales de enfermedades: el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud) y el DSM-IV-R (Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales de la Asociación de Psiquiatría de Norte-América). Estas clasificaciones son las que determinan los cambios en la lista de las enfermedades de la OMS y guían, por lo tanto, a los y las psiquiatras de todo el mundo en el momento de hacer sus diagnósticos.
La patologización de la transexualidad bajo el “trastorno de identidad sexual” es un gravísimo ejercicio de control y normalización. La evaluación psiquiátrica obligatoria supone un control semanal de nuestra identidad de género a través de terapias de grupo y familiares y todo tipo de procesos denigrantes que vulneran nuestros derechos. En el Estado Español, cualquier persona que quiera cambiar su nombre en su documentación oficial o modificar su cuerpo con hormonas o operaciones tiene que pasar obligatoriamente por una consulta psiquiátrica. El Estado Español cuenta con seis Unidades de Trastornos de la Identidad de Género de Referencia, entre ellos el Hospital Clínico de Barcelona, que es la Unidad de Referencia de Cataluña.
Desde la Red Internacional por la Despatologización Trans, queremos denunciar públicamente los protocolos psiquiátricos de tratamiento a las personas transexuales y transgénero, así como los tratamientos de normalización binara que se realizan sobre bebés intersex.
La urgencia de esta movilización es porque el próximo año 2012 aparecerá la quinta versión revisada del DSM, y en tanto que estos manuales se revisan por décadas, es nuestra oportunidad de modificar la realidad de las personas trans, sobretodo de las nuevas generaciones.
Delante del grupo de trabajo que revisa el TIG se encuentran el Dr.Zucker (director del grupo de trabajo) y el Dr. Blanchard, que proponen no sólo no retirar el trastorno, sino ampliar su tratamiento a lxs niñxs que presenten comportamientos de género no-normativos y aplicarles terapias de adaptación al rol de origen, de acuerdo con su carrera, en la que se han dedicado durante años a realizar terapias de reconducción a personas homosexuales y transexuales. Es decir, que las personas que están decidiendo nuestro futuro, son acérrimos defensores de la patologización trans. Es por eso que el movimiento trans Norte-Americano ha hecho un llamamiento para que estos psiquiatras sean expulsados de la revisión del DSM, reivindicación a la que nos sumamos.
Nuestra demanda es clara. Es la misma que defendían nuestras compañeras trans en los años ’80, la misma que la del movimiento gay y lésbico cuando pedían la retirada de la homosexualidad de los catálogos de enfermedades, la misma que la del movimiento feminista al pedir el derecho al aborto libre y gratuito. La misma que la del movimiento intersex al reclamar que cesen las operaciones a los bebés. No es una cuestión de minorías, es una cuestión de derechos humanos, del derecho al propio cuerpo más allá de los paternalismos que nos quieren hacer creer que no existen las presiones, los roles, los cánones de belleza, los cuerpos fuera del sistema. Tenemos muy claro que estos procesos tienen que ver con los pocos referentes que tenemos, y con el odio y auto-odio que acabamos generando hacia aquello que no conocemos, que no hemos visto nunca. Hasta hacia nosotrxs mismxs, porque no somos como deberíamos ser. No hacemos apología de las hormonaciones ni de las operaciones, sino que reconocemos que actualmente, modificar nuestro cuerpo es una cuestión de supervivencia. Porque desgraciadamente, nuestro entorno acepta mucho mejor a un chico con cicatrices que a un chico con pechos.
Ya nos hemos cansado de escuchar que quieren ayudarnos. Si realmente alguien nos quiere ayudar, que hagan desaparecer todos estos mensajes que jerarquizan los cuerpos, que imponen lo que es bello y lo que es monstruoso.
La patologización de la transexualidad es una falacia, el objetivo de la cual no es liberar a las personas, sino domesticarlas para que se adapten a nuestro sistema.
No dejaremos de luchar hasta que la transexualidad desaparezca de los listado es de enfermedades, ni permitiremos que retiren la transexualidad para incorporar otras identidades no-normativas.
Sabemos muy bien que en muchos sitios las personas transexuales son asediadas, violadas y asesinadas y que aquí, en nuestro contexto, este tipo de violencia es casi invisible, pero la psiquiatrización no es paso adelante. Hemos perfeccionado técnicas para normalizar aquellxs que son diferentes y éstos mecanismos son una violencia simbólica hacia las personas trans e intersex.
Ésta manifestación se enmarca en una jornada de lucha que tiene lugar en diversas ciudades alrededor del mundo: Barcelona, Berlín, Bilbao, Bruselas, Corunha, Donosti, Gasteiz, Lisboa, Madrid, Paris, Zaragoza, Granada, Lille, Marsella, Torino, Quito, Campinas, Montreal, Estocolmo, Lima, Santiago de Chile, desde donde miles de activistas alzan sus voces de manera coordinada y simultánea.
Desde la Red Internacional por la Despatologización Trans exigimos:
- La retirada del TIG de los manuales internacionales de diagnóstico.
- La retirada de la mención de sexo de los documentos oficiales.
- La abolición de los tratamientos de normalización binaria a las personas intersex.
- El libre acceso a los tratamientos hormonales y a las cirugías (sin la tutela psiquiátrica)
- La prevención de la transfobia: el trabajo para la formación educativa y la inserción laboral de las personas trans.
Para transformar la realidad de las personas trans es fundamental que tanto las autoridades sanitarias como el Gobierno del Estado Español y la Generalitat de Cataluña hagan un cambio de paradigma a la hora de entender la transexualidad y reflexionen sobre como abordar los procesos de las personas trans e intersex dentro del sistema sanitario público.
Por eso queremos que el Gobierno y el Ministerio de Sanidad hagan una declaración institucional apoyando la desclasificación de la transexualidad de los organismos competentes (la OMS y la APA). Su silencio es complicidad. Queremos también, que se comprometan a revisar ya reestructurar los protocolos sanitarios conforme tres principios: la despatologización de las identidades trans, la protección de los derechos sanitarios de estos colectivos y el abordaje de la transfobia.
Decir aun hoy en día que la transexualidad es una enfermedad mental cuando miles de transexuales hemos dicho tantas veces que nos sentimos violentados y estigmatizados por esa definición es sumamente grave. No queremos que sigan hablando por nosotrxs, seguimos luchando para que se nos escuche, y lo seguiremos haciendo con fuerza hasta el 2012. Para que nunca puedan decir que no lo sabían, para que no se atrevan a seguir clasificando nuestras vidas como patológicas, anormales, diferentes. Para que lxs jóvenes trans se odien un poco menos, para que nos queramos todxs un poco más. Para que nunca más unx psiquiatra en una consulta nos pregunte porque somos como somos cuando los demás no tienen porqué justificarse. Porque la diversidad es nuestra mayor riqueza.
La transexualidad no es una enfermedad. ¡Stop Patologización Trans!
MANIFEST: : La Transsexualitat no és cap malaltia-Barcelona-17 d’octubre del 2009
+ info a stp2012.wordpress.com
Per tercer any consecutiu, activistes trans e intersex d’aquesta ciutat hem sortit al carrer per a visibilitzar les violències que viu el nostre col•lectiu. En el marc de la campanya internacional “Stop Patologització Trans: objectiu 2012” estem construint una jornada de lluita a nivell mundial contra el trastorn d’identitat de gènere (TIG).
Sota aquesta etiqueta, el TIG, la transsexualitat es troba classificada en els manuals internacionals de malalties: el CIE-10 (Classificació Internacional de Malalties de la organització Mundial de la Salut) i el DSM-IV-R (Manual Diagnòstic i Estadístic de Malalties Mentals de l’Associació de Psiquiatria Nord-Americana). Aquestes classificacions són les que determinen els canvis en la llista de les malalties de la OMS i guien, per tant, els i les psiquiatres de tot el món a l’hora de fer els seus diagnòstics.
La patologització de la transsexualitat sota el “trastorn d’identitat sexual” és un gravíssim exercici de control i normalització. L’Avaluació psiquiàtrica obligatòria suposa un control setmanal de la nostra identitat de gènere a través de teràpies de grup i familiars i tota mena de processos denigrants que vulneren els nostres drets. A l’Estat Espanyol, qualsevol persona que vulgui canviar el seu nom en la seva documentació oficial o modificar el seu cos amb hormones o operacions ha de passar obligatòriament per una consulta psiquiàtrica. L’Estat Espanyol compta amb sis Unitats de Trastorns de la Identitat de Gènere de Referència, entre ells l’Hospital Clínic de Barcelona, que és la Unitat de Referència de Catalunya.
Des de la Xarxa Internacional per la Despatologització Trans, volem denunciar públicament els protocols psiquiàtrics de tractament a les persones transsexuals i transgèneres, així com els tractaments de normalització binaria que es duen a terme sobre nadons intersex.
La urgència d’aquesta mobilització és perquè el proper any 2012 apareixerà la cinquena versió revisada del DSM, i en tant que aquests manuals es revisen per dècades, és la nostra oportunitat de modificar la realitat de les persones trans, sobretot de les noves generacions.
Al capdavant del grup de treball que revisa el TIG es troben el Dr. Zucker (director del grup de treball), el Dr. Blanchard i el Dr. Bailey, que proposen, no només no retirar el trastorn sinó ampliar el seu tractament als infants que presentin comportaments de gènere no-normatius i aplicar-los teràpies d’adaptació al rol d’origen, d’acord amb la seva carrera en la que s’han dedicat durant anys a realitzar teràpies de reconducció a persones homosexuals i transsexuals. És a dir que les persones que estan decidint el nostre futur, són defensors acèrrims de la patologització trans. És per això que el moviment trans Nord-Americà ha fet una crida per a que aquests psiquiatres siguin expulsats de la revisió del DSM, reivindicació a la qual ens sumem.
La nostra demanda és clara. És la mateixa que defensaven les nostres companyes trans als anys ’80, la mateixa que la del moviment gai i lèsbic quan demanava la retirada de la homosexualitat els catàlegs de malaltes, la mateixa que la del moviment feminista en demanar el dreta a l’avortament lliure i gratuït. La mateixa que la del moviment intersex en reclamar que cessin les operacions als nadons. No és una qüestió de minories, és una qüestió de drets humans, del dreta la propi cos més enllà dels paternalismes que ens volen fer creure que no existeixen les pressions, els rols, els canons de bellesa, els cossos fora del sistema. Tenim molt clar que aquests processos tenen a veure amb les pocs referents que tenim, i amb l’odi i l’auto-odi que acabem generant cap a allò que no coneixem, que no hem vist mai. Fins i tot cap a nosaltres mateixos, perquè no som com hauríem de ser. No fem apologia de les hormonacions i les operacions sinó que reconeixem que actualment, modificar el nostre cos és una Qüestió de supervivència. Perquè desgraciadament el nostre entorn accepta molt millor un noi amb cicatrius que un noi amb pit.
Ja ens hem cansat de sentir que volen ajudar-nos. Si realment algú ens vol ajudar que facin desaparèixer tots aquests missatges que jerarquitzen els cossos, que imposen allò que ´s bell i allò que és monstruós.
La patologització de la transsexualitat és una fal•làcia, l’objectiu de la qual no és alliberar les persones sinó domesticar-les perquè s’adaptin al nostre sistema.
No deixarem de lluitar fins que la transsexualitat desaparegui dels llistats de malalties, ni permetrem que retirin la transsexualitat per incorporar altres identitats no-normatives.
Sabem molt bé que a molts indrets les persones transsexuals són assetjades, violades i assassinades i que aquí, en el nostre context, aquest tipus de violència és quasi invisible. Però la psiquiatrització no és un as endavant. Hem perfeccionat tècniques per a normalitzar aquells que són diferents i aquests mecanismes són una violència simbòlica cap a les persones trans e intersex.
Aquesta manifestació s’emmarca en una jornada de lluita que té lloc a diverses ciutats arreu del món: Barcelona, Berlin, Bilbao, Brussel•les, Corunya, Donosti, Gasteiz, Lisboa, Madrid, Paris, Saragossa, Granada, Lille, Marsella, Torí, Quito, Campinas, Montreal, Estocolm, Lima, Santiago de Xile, des de on milers d’activistes alcen les seves veus de manera coordinada i simultània.
Des de la Xarxa internacional per la Despatologització Trans exigim:
- La retirada del TIG dels manuals internacionals de diagnòstic.
- La retirada de la menció de sexe dels documents oficials.
- L’abolició dels tractaments de normalització binària a persones intersex
- El lliure accés als tractaments hormonals i a les cirurgies (sense la tutela psiquiàtrica)
- La prevenció de la transfòbia: el treball per la formació educativa i la inserció laboral de les persones trans.
Per transformar la realitat de les persones trans és fonamental que tant les autoritats sanitàries com el Govern de l’Estat Espanyol i la Generalitat de Catalunya facin un canvi de paradigma a l’hora d’entendre la transsexualitat i reflexionin sobre com abordar els processos de les persones trans i intersex dins el sistema sanitari públic.
Per això volem que el Govern i el Ministeri de Sanitat facin una declaració institucional recolzant la desclassificació de la transsexualitat dels organismes competents (la OMS,la APA). El seu silenci és complicitat. Volem també que es comprometin a revisar i a reestructurar els protocols sanitaris conforme a tres principis: la despatologització de les identitats trans, la protecció dels drets sanitaris d’aquests col•lectius i l’abordatge de la transfòbia.
Dir encara avui que la transsexualitat és una malaltia quan milers de transsexuals hem dit tantes vegades que ens sentim violentats i estigmatitzats per aquesta definició és summament greu. No volem que segueixin parlant per nosaltres, seguim lluitant perquè se’ns escolti, i ho seguirem fent amb força fins al 2012. Perquè mai puguin dir que no ho sabien, perquè no s’atreveixin a seguir classificant les nostres vides com a patològiques, anormals, diferents. Perquè els joves trans s’odiïn una mica menys, perquè ens estimem tots una mica més. Perquè mai més un psiquiatra en una consulta ens pregunti perquè som com som quan els demés no tenen perquè justificar-se. Perquè la diversitat és la nostra major riquesa.
La transsexualitat no és cap malaltia, Stop Patologització Trans!